Esta recomendación de Mario Andretti, campeón mundial de fórmula uno en 1978, todavía hoy la recuerdan los pilotos de carreras. Andretti destaca la importancia de que el control sea selectivo. En la empresa un control de gestión no selectivo es agobiante y conduce a la parálisis por un exceso de controles burocráticos.
Los factores clave de éxito
No todo hay que hacerlo perfecto, pero sí hay que sobresalir en los aspectos importantes, los que determinan el éxito o fracaso de la empresa. Estos son sus factores clave de éxito (FCE). Se trata de un número limitado de temas en los que los resultados satisfactorios aseguran el éxito. Estos factores suelen ser cualitativos (el clima laboral o la satisfacción del cliente, p.ej.). Por ello hay que hay que seleccionar los KPI (key performance indicators) para medir el grado en que se logran los objetivos de los FCE.
Los gestores precisan solo la información clave
Con mayor motivo, en la época digital, cuando la información se multiplica exponencialmente. Hay que evitar que tengan que buscarla entre una maraña de números para impedir que terminen enterrados en sus minas de datos. Tanta cifra puede esconder lo importante y enredar con temas menores. Incluso de que haya un elefante en la habitación que nadie quiere ver ni afrontar. Con frecuencia no se precisan más indicadores, sino que sean más selectivos y mejor comprendidos y analizados.
Las ideas gobiernan el mundo y… la empresa
Puede disponerse de muchos datos y calculadoras potentes, pero en control de gestión el protagonista es el analista, con sus competencias para identificar y plantear los problemas. Uno mal formulado lleva al desastre. Se prevé que la empresa futura será gobernada por el dato, donde las ideas y su contraste, la experiencia del gestor o su intuición se sometan al dictado del dato. Quizá para prevenir los sucesos extremos y las tendencias, lo que se precise sea más reflexión que datos. Los números no parece que razonen, aunque ayuden a hacerlo.
El auge de los indicadores no financieros
El valor de los indicadores no financieros es que están ligados a la actividad, y explican los indicadores financieros y los anticipan (la calidad del servicio, p. ej.). La de los financieros es que cuantifican y resumen los resultados globales, pero lo hacen cuando ya se han producido. A las finanzas llega casi todo, pero con retraso. También tienen limitaciones como su incapacidad para formular expectativas.
La falsa sensación de todo lo controla el radar
Lo digital ofrece oportunidades para mejorar el control de gestión. Primero, porque permite pasar del control centralizado, estándar, periódico, local y parcial al control descentralizado, a medida, continuo, remoto e integral. Además, porque ayuda al control de gestión preventivo frente al reactivo, para que se tomen medidas por anticipado para evitar los sucesos adversos o, al menos, paliar sus efectos. También, porque mejora la fiabilidad y el tratamiento de los datos y la productividad por la robotización de los procesos. Lo digital ha potenciado el teletrabajo y apoyado al nómada digital, quien trabaja desde casi cualquier lugar. El peligro estriba en que el mero acopio de datos no ayuda a pensar y puede inducir a creer que todo está controlado por el radar. El control de gestión precisa más de voluntad y esfuerzo por comprender y actuar que de hacer cálculos y cuadrar números.
Juan Pérez-Carballo
Socio de Converthia, expertos en finanzas y control de gestión
