El controller y la relatividad del beneficio

El controller y la relatividad del beneficio

Es sabido que dos contables expertos que actúen de buena fe seguro que difieren en los estados financieros que elaboren de una misma empresa. La contabilidad no es una técnica exacta, sino que depende de cómo se interprete la realidad y de los criterios que se apliquen para registrarla. Estas diferencias en las interpretaciones y criterios se acentúan, lógicamente, cuando se actúa con ignorancia o con la intención de desvirtuar la realidad de la denominada contabilidad creativa o, en algunos casos, fraudulenta. 

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El jefe: ¿Cuál es el beneficio?, el contable: ¿Cuánto interesa que sea?

El plan general de contabilidad ya introduce un sesgo cuando recomienda prudencia contable al objeto de proteger a los partícipes de la empresa. Por ejemplo, su versión del 21.12.2024 cita la palabra pérdida más veces que las de beneficio y ganancia juntas. Lo mismo sucede con las de riesgo y las de rentabilidad y rendimiento: la primera aparece en dicho plan 4,5 veces más que las dos segundas juntas. Los intereses de los partícipes también sesgan la estimación del resultado cuando pretenden influir sobre el beneficio con sus efectos colaterales. Entre otras partidas, la factura fiscal, el dividendo, la solvencia y la imagen financiera de la empresa. 

Algunas cuentas sujetas a interpretación y dependientes del criterio más o menos conservador para registrarlas e influir sobre el resultado son:

Los trabajos realizados por la empresa para su activo

Los gastos de estos trabajos se compensan con los ingresos, por lo que al aumentar esos gastos mejora el beneficio del periodo. Cuantos más gastos se activen mayor será ese beneficio. Sin embargo, como esto aumenta la inversión, el beneficio de los años futuros disminuirá por la mayor amortización anual. 

La capitalización de otros gastos

El PGC permite activar también otros gastos, es decir, considerarlos como inversión y no como gastos del periodo. Por ello, al igual que lo expuesto en el párrafo anterior, el criterio de capitalización afecta a la inversión y al resultado del año a costa de influir sobre los futuros por el efecto de la amortización. Por ejemplo, como se pueden activar los gastos de poner en uso el inmovilizado, la política más o menos conservadora que se aplique influirá sobre el resultado.

La dotación de provisiones y las contingencias

Lo primero es el efecto del criterio para diferencias una provisión, que afecta al resultado, y una contingencia, que no le afecta. Pero, además, la provisión, al tratarse de una estimación sobre pérdidas pendientes de liquidar, su importe no es preciso. Como reconoce el PGC, la provisión depende de …las probabilidades asignadas a los posibles escenarios o desenlaces del correspondiente riesgo. Solo cuando se materialice la obligación provisionada se ajustará la estimación.

Las correcciones valorativas por deterioro de valor

Las pérdidas por deterioro del inmovilizado, las existencias, los deudores y las inversiones financieras admiten cierta relatividad. El deterioro y su eventual reversión son muy sensibles a los flujos futuros previstos y a la tasa de actualización estimada para hallar su valor actual.  

La amortización del inmovilizado

Porque su cuantía depende del método de amortización que se aplique y de la vida útil y el valor residual que se estime del inmovilizado.   

La valoración de las existencias

El método de valoración de las existencias afecta significativamente al resultado, sobre todo cuando la tasa de inflación es elevada. También los criterios que se apliquen para imputar los costes indirectos de fabricación al producto o servicio afectan al coste de producción y, por lo tanto, al coste de ventas y al beneficio. 

Las periodificaciones de ingresos y gastos

El objetivo de esta periodificación es aplicar el principio del devengo para imputarla al periodo que corresponda. El resultado variará en función del rigor que se aplique. 

El registro de la subactividad

La subactividad supone la no utilización de parte de los recursos productivos. Los costes de estos recursos vinculados a la capacidad no utilizada deben ser asumidos por el resultado del periodo y no imputarse al coste del producto o servicio. El efecto sobre el beneficio surge a la hora de estimar los costes de la capacidad normal de trabajo y los de la parte no utilizada si es que se diferencian. 

Estas indeterminaciones provocan la incertidumbre sobre el beneficio y obligan al controller estar atento. Esa incertidumbre surge, sobre todo para el analista externo quien, con frecuencia, desconoce el detalle de los cálculos de la empresa. Por eso se dice que el beneficio es solo una opinión y que más preciso para evaluar la gestión de la empresa es el flujo de caja generado. Este último debe engañar menos porque se puede ver y contar como hace cualquier comercio pequeño al cierre de la jornada. 

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Dr. Juan Pérez-Carballo

Máster en Control de la gestión empresarial Next Educación

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