Dentro del ámbito comunicativo vinculado con las organizaciones y las instituciones, son varios los tipos de comunicación que se pueden desempeñar. Te contamos en este artículo las diferencias entre Comunicación Institucional y Comunicación Corporativa.
La comunicación es uno de los pilares fundamentales de la estrategia de las instituciones y de las empresas privadas ya que de ella dependen elementos claves como puede ser la reputación pero, a veces, no quedan claras, por ejemplo, las diferencias entre Comunicación Institucional y Comunicación Corporativa.
Precisamente, una de las clasificaciones más extendidas de la rama de la comunicación es la que agrupa los tipos de comunicación en función de la temática y de la entidad desde la que se promueve. Si nos centramos en el ámbito organizacional, podemos diferenciar entre la comunicación que se desempeña desde los organismos públicos y las estrategias que se ponen en marcha desde las empresas privadas.
En primer lugar, la comunicación institucional tiene como objetivo establecer relaciones de calidad entre la institución y los públicos con quienes se relaciona, adquiriendo una notoriedad social e imagen pública adecuada a sus fines y actividades. Busca relacionarse con la sociedad al tiempo que transmite la personalidad y valores de la organización.
[Quizás te interese: Máster en Dirección de Comunicación Corporativa y Marketing Digital]
Esta debe contribuir al bien común y, por tanto, la imagen que proyecta se adecua a las personas y grupos del entorno social donde se mueve, ya sea un ayuntamiento, un ministerio o el propio Congreso de los Diputados. El departamento de Comunicación Institucional es el encargado de velar por la imagen pública e interna de la institución o empresa, guardando la identidad y la filosofía que respalda y caracteriza a la institución.
Por su parte, la Comunicación Corporativa es el conjunto de mensajes que una institución manda a un público determinado para establecer una conexión y así tener un intercambio que lleve al crecimiento del negocio. Incluye la comunicación interna y externa y, por sus características, tiene que ser dinámica, planificada y concreta.
A diferencia de la comunicación institucional, los presupuestos destinados a las estrategias comunicativas son más flexibles porque no dependen de unos presupuestos públicos y, además, la audiencia a la que se dirige está mucho más definida.
En conclusión, a pesar de las diferencias entre Comunicación Institucional y la Comunicación Corporativa, las dos tipologías comparten varios objetivos comunes: la creación y mantenimiento de una reputación, y lograr cierto grado de influencia y notoriedad en la organización emisora.