¿Está garantizado el éxito electoral cuando política y Big Data van de la mano? ¿Pueden saber los partidos cuál es su audiencia potencial solo por las informaciones que dejamos en Facebook todos los días?
Hoy en día, cada movimiento que realizamos tanto dentro como fuera de Internet queda registrado, dejando una huella digital muy difícil de borrar. Lo cierto es que todos estos datos son utilizados por las empresas para ofrecernos productos más personalizados y, de la misma forma que lo hacen ellas, política y Big Data pueden aliarse para la mejora del resultado electoral de los partidos.
En el contexto en el que nos encontramos ahora, y conociendo la fragmentación que ha sufrido el voto en los últimos procesos electorales, conocer a los votantes puede ser determinante para el desarrollo de una estrategia de Comunicación Política por parte de las formaciones políticas.
En este análisis de la audiencia cobra gran importancia el papel de redes sociales como Facebook, ya que a la hora de crear una campaña publicitaria permiten segmentar al público objetivo en función de sus gustos, aficiones o rutinas.
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Con esta estrategia se consigue llevar los mensajes oportunos hasta los electores oportunos, no solo para aquellos que saben que les van a votar, sino a un gran número de indecisos de los que tienen posibilidad captar votos.
En Estados Unidos el uso del Big Data como herramienta de marketing político se lleva utilizando desde hace ya varios años con la característica de que las leyes de protección de datos en este país son mucho menos restrictivas que en el continente europeo. Por ejemplo, Obama apostó desde su primera legislatura por conocer a sus electores para dar en la diana a la hora de hacer llegar los mensajes deseados por el partido.
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En España, uno de los primeros casos en los que la política y el Big Data fueron de la mano fue el movimiento del 15M. Importantes analistas de datos desengranaron muchos de los elementos que llevaron a su nacimiento gracias, sobre todo, a un software específico de medición de tuits.
En definitiva, gran parte del éxito de una campaña electoral está en establecer un plan de comunicación y marketing en el que se tenga en cuenta la tecnología Big Data para saber qué piensan las personas, qué piden los ciudadanos o qué espera el electorado de sus políticos.
