No cabe duda que las fiestas patronales, en concreto la festividad del 15 de agosto, contribuyen de manera muy positiva en el sector turístico. Conviene tener presente que el Turismo genera, cada año, más de 100.000 millones de euros en España.
El mes de agosto es, por excelencia, el mes en el que la mayoría de los españoles se van de vacaciones y, con ello, el mes en el que la actividad turística y su impacto económico crece de manera más notoria. El 15 de agosto, fiesta en toda España, más de 1.000 localidades celebran, además, sus fiestas patronales, lo que motiva durante estos días un turismo más cultural y lúdico-festivo.
La Verbena de la Paloma en el barrio madrileño de la Latina, las fiestas de San Lorenzo en Huesca o las del barrio de Gràcia en Barcelona son solo algunas de las muchas festividades que se están celebrando por toda la geografía española.
Algunas de ellas, como la fiesta patronal de la Virgen de la Asunción en La Alberca (Salamanca), conocida allí como el diagosto, o la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario en Luarca (Asturias) son declaradas fiestas de Interés Turístico Nacional, lo que atrae, si cabe, a más turistas que se acercan a disfrutar de las actividades organizadas por los ayuntamientos y las peñas.
Como ocurre en otras fechas señaladas como Navidad o Semana Santa, el impacto económico que se produce como consecuencia del vaivén turístico motivado por las festividades de muchos municipios es enorme, siendo estas consideradas también recursos que sirven de base para la competitividad de los espacios turísticos.
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Una muestra de la repercusión económica que generan las fiestas patronales en localidades medianas los encontramos, por ejemplo, en Sant Pasqual de Vila-real (Castellón), donde el impacto alcanza el millón y medio de euros, multiplicando por cuatro la inversión que realiza el consistorio.
Si nos fijamos en las capitales de provincia, en el caso de las Hogueras de Alicante, el alcance es, cada año, de aproximadamente 100 millones de euros, mientras que el de la Feria de Córdoba es de 25 millones o el de las fiestas del Pilar de Zaragoza de 64,7.
Sin duda, las fiestas patronales que se celebran estos días, independientemente del tamaño de la localidad, de su patrón o de su más o menos trayectoria histórica, contribuyen a potenciar ese motor que es el turismo para la economía española.