Una entrevista de trabajo exitosa puede abrir las puertas a una nueva etapa profesional y personal. Por ello, te damos una serie de consejos a seguir para afrontar el primer contacto con la empresa en la que quieres trabajar.
Después de haber mandado tu curriculum vitae a multitud de empresas por fin recibes una llamada en la que te convocan a una entrevista de trabajo. Este primer contacto con la empresa es un paso decisivo que tienes que superar para conseguir el puesto deseado, pero ¿cómo me preparo para alcanzar el éxito en este encuentro?
No existen fórmulas secretas que aseguren que una entrevista de trabajo sea exitosa pues la decisión final no depende de ti, pero sí es recomendable seguir una serie de consejos que pueden ayudarte a que finalmente seas la persona elegida.
En primer lugar, debes ser consciente de que la entrevista de trabajo, al contrario de lo que pueda parecer, comienza desde que recibes la llamada en la que se te cita para ella. El tiempo del que dispones desde ese momento hasta que se produce la entrevista es un aliado a tu favor porque prepararla te permitirá tener todo más controlado y no dejar nada a la improvisación.
En segundo lugar, empápate de toda la información que puedas sobre la empresa en la que vas a realizar la entrevista. Consulta su página web para ver cómo funciona, indaga sobre quiénes son sus dirigentes, a qué mercados se dirige y también de forma más concreta en qué consiste el puesto de trabajo que has solicitado.
Además de conocer algunos datos sobre la entidad, infórmate sobre cuáles son las preguntas más comunes en las entrevistas de trabajo y prepara las respuestas que quieres dar a esas cuestiones. Repasa tu currículum e imprímelo para llevarlo también pues lo más probable es que en base a él se desarrolle la conversación.
Descansa la noche anterior y procura no pensar en lo que pueda o no pasar. Prepara todo lo necesario el día de antes e infórmate sobre la vestimenta habitual de la empresa o del sector. No quieras llamar demasiado la atención ni por ir demasiado informal ni por ir demasiado elegante.
Cuando llegue el día concreto, llega con tiempo suficiente para que un problema de última hora no influya en tu estado de ánimo y en la concentración que debes tener para ese momento. Recuerda que si te han llamado para acudir a la entrevista es porque ya has superado un proceso de preselección.
Ahora es momento de mostrar seguridad, profesionalidad y naturalidad, siendo siempre consciente de la situación en la que te encuentras. Intenta que la entrevista se convierta en un diálogo entre la persona que te entreviste y tú sin querer acaparar toda la atención. La clave es encontrar un equilibrio que lleve a que el entrevistador te vea como el candidato perfecto para el puesto que solicitas.
Por último, cuando acabes despídete amablemente de la persona que te haya atendido independientemente de cómo se haya desarrollado la entrevista. Haz un repaso de las respuestas que hayas dado y toma nota de las preguntas que te hayan podido pillar por sorpresa. Aprender de tus errores te hará mejorar para futuras entrevistas.
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