Métodos de estudio para la retención basados en la ciencia

Métodos de estudio para la retención basados en la ciencia

Estudiar no es solo cuestión de dedicar horas, sino de aprender a aprender. En la era de la información, donde la atención se dispersa y los estímulos son constantes, recordar lo que se estudia se ha convertido en un auténtico desafío. Sin embargo, la ciencia cognitiva y la neuroeducación han demostrado que existen técnicas comprobadas para mejorar la retención y la comprensión.

Conocer estos métodos de estudio puede marcar la diferencia entre memorizar de forma superficial o aprender de manera profunda y duradera.

El cerebro no memoriza, construye conexiones

La memoria no funciona como una cámara que guarda imágenes, sino como una red dinámica que refuerza conexiones neuronales cada vez que aprendemos. Por eso, la clave no está en repetir sin pensar, sino en activar el conocimiento, relacionarlo y ponerlo en práctica.

Los estudios en neurociencia y psicología del aprendizaje coinciden en que el cerebro retiene mejor cuando:

  • Se recupera activamente la información.

  • Se espacia el repaso a lo largo del tiempo.

  • Se combinan diferentes tipos de estímulos (visual, auditivo, kinestésico).

  • Se aplican los conocimientos en contextos reales.

A continuación, exploramos los métodos más eficaces para lograrlo.

1. Práctica de recuperación

El testing effect o efecto de prueba es una de las técnicas más avaladas por la ciencia. Consiste en poner a prueba lo aprendido sin mirar los apuntes: hacer autoevaluaciones, explicar el tema en voz alta o recrear exámenes.

Esta práctica obliga al cerebro a recuperar la información desde la memoria a largo plazo, fortaleciendo las conexiones neuronales. No basta con releer; hay que recordar activamente.

Cómo aplicarlo:

  • Usa tarjetas tipo flashcards o herramientas como Anki o Quizlet.

  • Al final de cada sesión, escribe lo que recuerdas sin mirar tus notas.

  • Explica la lección a otra persona. Enseñar es una de las formas más eficaces de consolidar el conocimiento.

2. Espaciado del aprendizaje (estudiar menos pero más veces)

El spaced repetition o repetición espaciada es un método que aprovecha la forma en que el cerebro consolida los recuerdos. En lugar de estudiar mucho en un solo día, lo ideal es revisar el contenido en intervalos crecientes: al día siguiente, a los tres días, a la semana, etc.

Este sistema se basa en la curva del olvido descrita por Hermann Ebbinghaus en el siglo XIX, que muestra cómo olvidamos rápidamente lo que no repasamos. Espaciar los repasos interrumpe esa curva y fija la información en la memoria a largo plazo.

Cómo aplicarlo:

  • Divide los temas y programa repasos cortos y regulares.

  • Usa apps con algoritmos de repetición espaciada.

  • Combina sesiones intensas con micro-repasos de 10 minutos.

3. Intercalado de materias

Otro hallazgo relevante es el interleaving, o aprendizaje intercalado. En lugar de estudiar una sola materia de forma lineal, alternar temas o tipos de problemas ayuda al cerebro a comparar, relacionar y distinguir conceptos. Aunque parezca más caótico, este método mejora la comprensión y la transferencia del conocimiento.

Ejemplo:
Si estás estudiando matemáticas, combina álgebra con geometría. Si es historia, alterna distintos períodos o regiones.

Cómo aplicarlo:

  • Organiza bloques de estudio variados (por ejemplo, 30 minutos de teoría, 20 de ejercicios, 10 de repaso).

  • No estudies todo de una misma asignatura en una sesión larga.

4. Aprendizaje dual (unir imágenes y palabras)

La teoría del doble canal de Richard Mayer y Allan Paivio sostiene que el cerebro procesa mejor la información cuando se presenta de forma visual y verbal simultáneamente. Por eso, mapas mentales, esquemas, gráficos o infografías son herramientas tan poderosas.

Cómo aplicarlo:

  • Convierte los apuntes en diagramas o resúmenes visuales.

  • Usa colores y jerarquías para destacar lo esencial.

  • Relaciona palabras con imágenes, símbolos o analogías.

5. Aprendizaje activo

El aprendizaje se vuelve duradero cuando se participa activamente. La llamada pirámide del aprendizaje muestra que se recuerda hasta el 90 % de lo que se enseña o aplica, frente al 10 % de lo que solo se lee.

Cómo aplicarlo:

  • Resume con tus propias palabras.

  • Crea proyectos, ejemplos o casos prácticos.

  • Participa en grupos de debate o estudio.

En definitiva, los métodos de estudio basados en la ciencia…

Demuestran que la calidad supera a la cantidad. No se trata de pasar más horas frente a los apuntes, sino de aplicar estrategias que activen la mente y fortalezcan la memoria. En un mundo donde el conocimiento se renueva cada día, saber retener y aplicar lo aprendido es la verdadera ventaja competitiva. Por eso, en Next Educación apostamos por programas que integran ciencia, pedagogía y tecnología para formar a los líderes educativos del futuro.

 

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