Diversificar ¿para qué?
La diversificación empresarial se considera un objetivo importante porque favorece el crecimiento, − aunque no siempre sea rentable−, abre nuevas oportunidades y, sobre todo, reduce el riesgo. Esto último importa porque la aversión a la pérdida del decisor hace que su aprecio a la ganancia sea menor que a la pérdida. Se prefiere evitar pérdidas antes que lograr ganancias de igual importe. Un euro de pérdida pesa más del doble que otro de ganancia, nos dijeron Kahneman y Tversky. La aritmética de diversificar En la apuesta de ganar 300 € si sale cara y perder 150 € si sale cruz, …