Hay múltiples actividades que hacemos diariamente que somos conscientes de que contaminan, como derrochar demasiada agua cuando nos aseamos o beber en una botella de plástico. Pero, ¿sabías que los correos electrónicos contaminan? Los emails se han convertido en una de las formas de comunicación más habituales en los últimos años, tanto por trabajo como por temas personales. Sin embargo, muy pocas personas saben que enviar un correo contamina.
En este post de Next Educación te contamos el principal motivo y qué hacer para evitarlo.
¿Por qué los correos electrónicos contaminan?
Cada correo electrónico puede genera 50 gramos de carbono
Solemos creer que los correos electrónicos en sí mismos no contaminan, ya que no emiten sustancias químicas ni generan residuos físicos que aparentemente puedan dañar el medio ambiente. En cambio, la cantidad de energía que se requiere para mantener los servidores y la infraestructura necesaria para enviar y recibir correos electrónicos puede tener un impacto negativo en el ecosistema.
Según un estudio de la Royal Society informado por el World Economic Forum, “las tecnologías digitales contribuyen a la producción de las emisiones mundiales en un porcentaje entre el 1,4% y el 5,9% del total. Cuando sorprendentemente, el tráfico aéreo solo es responsable del 2%”. Asimismo, según la BBC, la huella de dióxido de carbono de un correo electrónico es de 4 gramos de CO2. Pero si contiene archivos adjuntos puede llegar a generar 50 gramos por email.
La solución, elimínalos
Los servidores de correo electrónico y los centros de datos que los alojan consumen grandes cantidades de energía eléctrica, y gran parte de esta energía proviene de fuentes no renovables como el petróleo, el carbón o el gas natural. Además, la fabricación de dispositivos electrónicos como ordenadores y teléfonos inteligentes también tiene un impacto ambiental significativo debido a la extracción de materiales, la producción de componentes y la gestión de residuos electrónicos.
Para minimizar la contaminación de los correos electrónicos, se pueden tomar medidas como reducir la cantidad de correos electrónicos innecesarios, eliminar los correos electrónicos no deseados, evitar enviar correos electrónicos con archivos adjuntos grandes y utilizar proveedores de correo electrónico que utilicen energía renovable y tengan políticas ambientales sólidas.
Los agradecimientos y el spam, los correos electrónicos que más contaminan
Se calcula que el 85% de los correos electrónicos que circulan en la red son spam, por lo que reducir ese tipo de correo podría ser clave para disminir aproximadamente 100.000 millones de emails que se envían cada día en todo el mundo. Según las estimaciones del servicio antispam Cleanfox, cada usuario recibe aproximadamente 2.850 correos electrónicos no deseados al año. Estos son responsables de 28,5 kg de CO2.
Por otro lado, los correos electrónicos de agradecimiento también contribuyen a la contaminación. Como ha añadido la BBC «si cada adulto en el Reino Unido enviara un correo electrónico de agradecimiento menos, se podrían ahorrar 16.433 toneladas de carbono al año».
En definitiva, conocer que acciones contaminan…
Es esencial para poder disminuir la huella de dióxido de carbón y, así prestar más atención a los correos electrónicos que enviamos. En este sentido, Next Educación apuesta por las alternativas sostenibles. Para ello, te ayudamos a formarte en esta disciplina a través del Máster en Economía Verde. ¿Necesitas asesoramiento académico? Solicita una sesión de mentoring gratuita con nuestro equipo de asesores.