Las claves de la comunicación política expuestas por varios docentes del Máster Universitario en Comunicación Política en el Foro Next Educación
El valor de un debate electoral no se resume en ganar o perder, sino en la capacidad de los candidatos de potenciar sus habilidades y disimular sus carencias para conectar con los votantes. Tanto es así que, según el Dr. Manuel Campo Vidal, “incluso pueden vencer todos porque unos ganan liderazgo, otros presencia y otros conocimiento”.
Además, hay debates que “se ganan en el post debate, en cómo se pelean los titulares y cómo se defienden”, como ha asegurado el ex portavoz socialista Antonio Hernando. (Ver el Foro Next en formacion.nexteducacion.com)
“La comunicación no está solo en el debate, sino también antes y después”. Este es uno de los mensajes que – en palabras del Dr. Emilio del Río – nos ha dejado el debate electoral a la Presidencia de la Comunidad de Madrid realizado en TeleMadrid. Es decir, debemos tener en cuenta la “información que hay en esos previos al acontecimiento, o a la salida”, ha indicado el presidente de Next Educación, Manuel Campo Vidal.
Un aspecto muy trabajado, especialmente, por dos de los participantes. “La primera foto del debate fue la entrada de Edmundo Bal, que intentó transmitir la idea de normalidad, de no ser un político de corbata que se baja de un coche oficial. Llamó la atención”, ha asegurado la presidenta de ACOP, Verónica Fumanal. El candidato de Ciudadanos acudió a los estudios de TeleMadrid en su moto, vistiendo una chaqueta de cuero que confirmaba su pasión por el rock. La segunda foto fue la de Pablo Iglesias que vino – del mismo modo que en un debate anterior – en un taxi. La razón es que “en Madrid hay un debate sobre qué hacer con el transporte urbano, VTC y taxis”, ha afirmado Fumanal. Aunque, quizá, su estrategia no salió como esperaba e incluso pudo jugar en su contra. “El taxi le estaba esperando detrás de un árbol o un contenedor, a 100 metros, bajó del coche oficial y se montó. También se fue en coche oficial”, ha añadido Emilio del Río.
La comunicación no verbal
Otro de los elementos más trascendentes es la comunicación no verbal. Para Manuel Campo Vidal, “en un debate no es solo que se está diciendo, sino cómo se acompaña”, tanto cuando se habla como cuando se escucha. Un ejemplo de ello fue Isabel Díaz Ayuso (Partido Popular), a quien “se le ve impaciente e incómoda en los planos de escucha”, según Verónica Fumanal. Un importante detalle comunicativo que corrigió posteriormente. “Díaz Ayuso no controla su cara. Hace gestos que no son propios ni adecuados. Las caras son muy importantes en un debate. En general, todos tuvieron malos planos de escucha. No los practicaron mucho”, ha señalado Antonio Hernando, ex portavoz del Partido Socialista.
Para el ex diputado del PP, Emilio del Río, “la comunicación no verbal es lo que más ocupa dentro de la comunicación. La cara es el espejo del alma”. Y, en el caso del candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, “es inexpresivo, y eso tampoco es bueno a nivel de comunicación”. En este punto, el recurso del bolígrafo es una manera de “no mirar al contrincante”. Además, a esto hay que sumarle que – como ha afirmado Campo Vidal – mucha gente “ni siquiera oye el debate, sino que solo lo ve”.
La confrontación entre candidatos
La crispación entre candidatos durante el debate, también es un factor esencial a tener en cuenta. “El tiempo que estoy contestándote a ti es tiempo perdido para enviar un mensaje positivo. Un debate no es para los militantes, es para los que están dudando. Esta agresividad a los dudosos les genera inseguridad”, ha indicado Verónica Fumanal. Confrontación generada en muchas ocasiones por fuerzas políticas caracterizadas por la agitación, como es el caso de Vox. Según Antonio Hernando, debatir contra ellos “no puedes descender a su nivel. Los hechos y la realidad les importan poco con tal de contar su mensaje”. A pesar de ello, su candidata, Rocío Monasterio, “es muy eficaz desde el punto de vista de la comunicación política. Dice barbaridades sin inmutarse pero da titulares bestiales”.
Los debates también son un escaparate mediático para los candidatos menos conocidos. Edmundo Bal (Ciudadanos) y, en especial, Mónica García (Más Madrid) aprovecharon la oportunidad para presentarse ante la sociedad. Bal utilizó el minuto de oro para demostrar su papel como abogado del Estado, cuando tuvo que lidiar con los presos del procés catalán y con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Por otro lado, según Hernando, la intervención final de Mónica García “demostró verdad. No pareció la típica historia inventada. Comunicó que la política, como la medicina, sirve para curar”. Como ha recalcado Fumanal, “estableció el marco de los cuidados”. Gabilondo, en cambio, “quien sabe que no es experto en debates, se llevó el mensaje del debate cuando le tendió la mano a Pablo Iglesias”.
El papel del moderador
Los docentes del Máster Universitario en Comunicación Política Avanzada de Next Educación han coincidido en que la mejor moderación es la que no se nota. “La mejor noticia del moderador es que no hay noticia”, ha asegurado el Dr. Emilio del Río. Según Antonio Hernando, “estamos acostumbrados a demasiados moderadores que quieren ser protagonistas”.
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